Mi Hijo Me Cae Mal

Ser madre o padre no siempre es tal y como lo habíamos imaginado. En ocasiones, la relación que establecemos con ese ser que hemos traído al mundo se complica y lo que creímos que sería un bonito camino de rosas se vuelve espinoso y nos causa un profundo dolor a nosotros y, especialmente, a nuestros hijos -quienes todavía no tienen los recursos personales ni emocionales suficientes para hacer frente a estas situaciones-.  Sin saber muy bien por qué, a lo largo de nuestro camino como madres y padres vamos acumulando expectativas irreales, frustraciones, decepciones, cansancio, estrés y otros factores que, si no los afrontamos y aprendemos a manejarlos de manera adecuada, pueden acabar conformando esa sensación de gran malestar que se resume en una idea mal vista, poco aceptada y convertida en uno de los grandes tabúes de la maternidad: mi hijo me cae mal. Una sensación que viven en silencio otros muchos padres y madres, guárdandosela  para sí mismos por que no es fácil hablar  de ello y mucho menos, reconocerlo públicamente.